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Sueños de un loco

Una de negros...

De camino al instituto, como todos los días, el pasado viernes ocurrió un echo especial en mi vida de estudiante sin coche…
En una de las paradas tenia mi vista puesta en el trasero de una mujer, cuando mi sentido del olfato se altero y empezó a notar cierto olor a cuero. Alce la vista y delante mía estaba uno de esos seres de palmas blancas y piel marroncilla oscura, era un negro.
Nunca había tenido tal semejante personaje tan cerca, lo que provoco en mi una pequeña sonrisilla de felicidad.
Entró con su típica mochila donde llevan desde relojes, pasando por las gafas de sol, asta los típicos cinturones Levi’s falsificados, que aun así, son muy duraderos, lo digo por experiencia.
En mi cabeza surgieron montones de ideas sobre que pudiera haber pasado si estuviera atento a aquel hombre de tez oscura:
1-Nada más que entrara el tipo en el bus empezar a gritar: "Mirar que negro es, ¡¡¡pero que risas!!!"
2-Pensé la posibilidad en que el negro me dijera: "Mira que negro soy"
3-La última que entró en mi desordenada cabeza fue la más descabellada de todas: Bailar la canción de Kussondulola con él. Me imagine a aquel negratilla cantándola con todo su empeño, mientras el bus bailaba a su ritmo, sería terrible...
Lamentablemente ninguna de estas posibilidades se cumplió y el moreno se fue del bus, dejando ese rastro en el aire tan especial que tienen.
Gracias a esta gente, tenemos cinturones de Levi’s por 6€, películas en DVD por 10€, gafas de sol Rayban a 5€ y lo mejor de todo, risas intrépidas con ellos garantiazas.
Personas que han de ser respetadas por todo el mundo y que desde aquí les doy todo mi apoyo para que sean felices en nuestro país. Viva los negros, sin vuestra negrura no sería lo mismo...

1 comentario

Juan -

Gran relato sin duda. Bailar kussondulola con un negro es uno de mis sueños; pero además en un bus, y con toda la gente al compás, sería vivir.